Ojos cansados de soportar la luz que entra por la ventana,
amanece muy temprano cuando no queres estar.
Las horas pasan lentamente, pero el sol se esconde muy rápido,
la noche amenaza otra vez con hacerme llorar.
Estoy sola cuando no quiero estarlo,
llamo a mi amiga y me dice que debería rendirme.
Me duele, pero no me sorprende,
muchos lo piensan pero nadie lo dice.
Soy la prueba del milagro.
Soy agonía por dentro y sonrisa por fuera.
Soy el "matame" por dentro y el "gracias" por fuera.
Soy tinieblas cuando me dejas sola y pura luz cuando te dejo entrar.
Hazel
Mi entrada de ayer fue demasiado rara, la edite dos veces y termine optando por borrar todo lo que escribí. Era sobre una amiga a la que le importé muy poco, fuimos amigas durante quince años o más y este último tiempo se canso de forrearme y lastimarme hasta que me harté. Me alejé y no volvió a hablarme. Estos meses me di cuenta de que tenía muchas amigas como esa, otra que también consideraba como mi mejor amiga me hirió y me alejé, no me hablo más.
Y en este poema hablo de otra, es increíble. Ayer le comenté a mi amiga recibida hace poco de psicóloga que estoy bastante deprimida y otros detalles, y me dijo que si seguía así me iba a terminar matando. Así, de una, me lo dijo sin asco. Nunca un consejo, o algo para motivarme, una palabra de aliento, nada. Y yo me quede incontables noches despierta respondiendole cuando ella se sentía mal, cuando veía sombras que le decían cosas, yo estaba ahí al otro lado del teléfono calmando su llanto. No se por qué elijo amistades a las que no les importo, no se por qué todo me tiene que afectar tanto, ni por qué sigo confiando y queriendo a quien me lastima.
¿Acaso todos somos un poco mierda? ¿Egoístas? O sea, yo se que sí, pero mínimo fingir un poco de empatía por un amigo. No sé.
Gracias por leer.