lunes, 10 de septiembre de 2018

-


Siento que con cada año que pasa las cosas se van poniendo más difíciles. Creo que desde que terminé el colegio mi vida tiene un problema nuevo cada año. Quizás la vida siempre es así pero cuando estás en el colegio es como que todo a tu alrededor es más suave y los golpes no duelen tanto. Pero cuando vas llegando a los veinte la presión se incrementa.
Y ni hablar cuando pasas la línea de los veinte y los problemas y preocupaciones caen sobre vos como una avalancha. 
Ahora, con 23 años, estoy parada en medio de la tormenta. Ya tuve varias tormentas pero ninguna como esta. No sé qué hacer ni hacia donde ir. No sé como ayudar cuando no puedo ayudarme a mí misma.
Y me pregunto ¿por qué a mí? Por qué cuando parecía que finalmente estaba resolviendo de a poco mi vida, me cae una flecha que me parte por el medio. 
Agonizo hacía un futuro incierto, con esperanza pero mucho dolor y miedo. Y con pocos a mi alrededor, casi sin fuerzas ni brazos que me sostengan. Sola, pero entera (al menos por fuera).
No lloro, o quizás si pero poco. Tengo que ser fuerte y no sólo para mí.

Espero que estén bien.
Nos leemos.