El título de la entrada quedó muy "pro-ana" cuando obviamente este no es ese tipo de blog.
De todas formas ese nombre propio nos trae muchos recuerdos y resulta demasiado familiar para muchas de acá.
Cuando tenía 15 años fue la primera vez que comencé a leer esos blogs, donde rezaban por cuerpos perfectos y alababan a una diosa inexistente, a una enfermedad.
Ese mundo me atrajo en seguida. De pronto me vi sumergida entre dietas, medidas y contando calorías. Hoy, 9 años después sigo ahí. Por momentos siento que estoy recuperada y otros, como ahora, en los que nunca mejoré.
Desde que tengo 15 años mido lo mismo, 1.70, siempre fui alta. Hoy estoy en un peso "normal" que no me gusta. 59 kilos.
Llevo 3 casi 4 meses yendo al gimnasio y siento que tengo demasiado músculo. Veo mis brazos tonificados pero no tan delgados. Mis piernas igual y hasta gordas, pero con menos celulitis. Mi abdomen se ve plano hasta que como. Obvio.
Así que no, no estoy feliz con mi cuerpo.
Creo que voy a dejar de ir al gimnasio y hacer cardio por el siguiente mes y ver como me va.
Y Ana...
Siempre está la posibilidad de volver ahí, al lugar seguro. A lo que te soluciona todos los problemas en cuestión de días. Sin mover ni un dedo. Haciendo lo que de todas formas hago siempre, nada, no moverme de mi habitación, ni ver a nadie.
Ni siquiera estoy ayunando y esta semana volvieron mis pensamientos oscuros, oscurísimos. Por lo que escribí en la entrada anterior, por mi misma, por no ser como quiero ser, por no hacer lo que quiero hacer, por no verme de cierta forma, pero por sobre todas las cosas por ver el estado deplorable en el que me veo sumergida.
24 años, sin un título universitario, atrasada en la carrera, sin amigos, y mis compañeros de la facultad por recibirse, sin novio desde que tengo memoria, viviendo con mis padres, en una ciudad que no me gusta, sin trabajo, viendo todos mis sueños morir.
Para mí son suficientes razones para no seguir, que se yo, tengo que revertir tantas cosas y no tengo energías la verdad. Lo más fácil siempre es dejar de existir y listo, asunto resuelto.
Pero si no lo hice hace años... hoy al menos no puedo.
Quisiera probar con medicación, ver a un psiquiatra y que me arregle.
Se siente que es fin de año. Maldita depresión siempre tiene que volver.
Nos leemos.