sábado, 6 de noviembre de 2021

Perdiendo tiempo

Me cuesta mucho volver a escribir porque volver a ser yo parece el desafío de mi vida. No sé quién soy, no sé lo que me gusta, no sé que hago acá solo sé que este año me comió el miedo.

Intenté volver a terapia y lo empeoró todo. Tuve incontables ataques de pánico y nada de apoyo. Mi familia me trata con cuidado, como una bomba de tiempo que en cualquier momento explota. Mis amigas desaparecieron del mapa en cuanto mencioné la palabra ansiedad. Volví a ser mi enemiga y a tenerme miedo durante las noches. 

Hoy mis días corren como el reloj que no frena, pensando en todo y en nada, existiendo. 



Creo que dejé la carrera. No sé si es bueno o malo pero si sé que no me gusta estar en esta laguna veinteañera. No me gusta quien soy si estoy perdida, al menos no ante los ojos de los demás porque yo siempre supe que lo estaba. Igual es un secreto, todavía nadie lo sabe porque mis libros aún siguen sobre mi escritorio. 

Este año sólo me dedique a llorar y a ser una dog mom porque adopté otra perra. Yo estaba totalmente negada pero este ser se la pasó día y noche, sol y lluvia en la puerta de casa. De todas formas no fui yo quién le abrió las puertas de casa, sucede que mi padre a pesar de todo lo malo tiene un lugar en su corazón reservado a los animales, quién lo diría ¿no? También está en proceso de adoptar a la mamá de la perrita pero eso es otra historia. 

El tema pandemia parece estar mejorando un poco pero no así mi salud mental. Sigo con miedo a salir de casa y juntarme con gente. No festejé mi cumpleaños pero tampoco lloré ese día. Me regalé un día evitando pensamientos que me generaran mucha ansiedad y hasta creo que medité. :)

Este es mas o menos un resumen de lo que viene siendo mi año. Tengo pensado actualizar más seguido pero veremos como va todo.


Espero que estén muy bien.

Nos leemos.