sábado, 21 de septiembre de 2019

Amistades falsas y ser demasiado sensible

Siempre fui de las que sienten de más o no sienten absolutamente nada. 
No tengo muchos amigos, pero considero importantes a los pocos a los que le regalo mi tiempo.
Hace dos años perdí a mi mejor amiga. No fue tanto por lo que ocurrió sino por lo que le siguió luego. Una cantidad inmensurable de mentiras, se hizo la víctima, me dejó como una estúpida y puso a nuestras otras amigas en mi contra. Cuando ella fue la que cometió el error en primer lugar.
Siempre me sentí patética repitiendo la historia, cuando se lo conté a mi psicóloga y a algunos otros amigos que me preguntaban y no entendían por qué me alejé de ese grupo.
Con el tiempo que pasó, me sigo sintiendo estúpida pero casi al mismo grado de lo que aún me duele.
Ese grupo está plagado de virginianas y librianas, siendo yo casi la última en cumplir años. Siempre la idea era festejar e ir a casi todos los festejos, pero surprise! cuando era mi cumpleaños ya nadie podía porque no tenían plata, tiempo, etc. Nunca me organizaron nada, ni me hicieron una torta como sí lo hacíamos con todas las demás, ni me regalaban nada, directamente ni venían si la que organizaba era yo. Los últimos años me junté sólo con 3, cuando en ese grupo hay 15 personas.
Solía sentirme mal cada año, pero luego obviamente se me pasaba porque al menos podía celebrarlos con esas pocas que sí venían.
Cuando cumplí 23 organicé una reunión en casa, para luego salir a un boliche. Sólo vinieron 3 de mis amigas (cuando varias me dijeron que sí venían y no lo hicieron) luego se sumaron 2 personas que conocía de vista y una después de comer se fue a dormir. 
Fuimos al boliche y la pasé mal porque me crucé a otra amiga de toda la vida que me canceló diez minutos antes el día anterior cuando quedé en celebrar con ella y otra amiga. En fin, estaba super sobria , con frío, enojada y llegó la hora de irnos. Intenté llamar a un taxi y no hubo caso, o no me atendían. Mis otras amigas estaban ebrias, boludeando y cuando se paró un auto x se subieron. Yo no quise subir porque 1. no había lugar, 2. estaba lleno de tipos que no conocía, 3. estaba sobria y no quería seguir de after. Así que mi amiga y la otra que conocía se subieron sin drama en la falda de unos que estaban atrás y se fueron. Dos minutos después regresan y le ofrecen a la otra chica que conocía que fuera con ellos porque era amiga de la que se subió primero y vive en otra ciudad, etc se quedaba con ella el finde. También le ofrecieron a mi otra amiga llevarla a su casa y a mi nada, estaba pintada. Les chupe un huevo.
Nunca llegó el taxi y caminamos 50 cuadras por unas calles bastantes peligrosas, bancandonos bocinazos, borrachos que se paraban y nos seguian, hasta llegar a la casa de mi amiga. Llegué cerca de las 7 am, me pedí un taxi y si llegó. Luego me fui casa. Y estuve un mes en cama con gripe porque esa noche hacía mucho frío.
Al día siguiente me llegó un msj de disculpa o más bien de excusa. No respondí porque estaba enojada aún y la bloqueé un tanto en joda, porque toda la semana la habían bloqueado 3 personas y era como el chiste del momento. Lo hice para que se sintiera mal un rato y para dejar de recibir sus msjs con excusas flojas. El tema es que me ocupé en otras cosas y me olvidé por completo de desbloquearla. Realmente pasó esto, suelo ser muy colgada.
Un par de semanas después fue el cumpleaños del hijo de otra amiga y fui. Fueron algunas y una sacó el tema y salió en defensa de la bloqueada. Que le parecía una infantil por bloquearla, que no era para tanto, que no tenia derecho de enojarme. Le respondí que me parecía cualquiera que saliera en defensa de ella, que a mi si me molestó y que si no la desbloqueé fue porque recién recordaba el asunto. Alguien alivió los aires y quedó ahí.
Una semana después me fui de viaje con mi familia, me quedé sin internet y no tuve mejor idea que leer el chat del grupo de ellas que tenía silenciado porque eran varias, nunca me parecieron temas relevantes y hablaban todo el día. En ese momento tenía mejores cosas que hacer aunque no lo crean.
En ese chat se la pasaban hablando mal de mi y de mi otra amiga que se quedó conmigo hasta el final esa noche. (Unos meses antes tuvieron un problema con ella porque salieron a un boliche -yo no fui- se pusieron muy ebrias, cada una se fue por un lado y la dejaron a ella quebrada, tirada en la barra; o sea completamente ebria. De casualidad la encontró otra amiga que había salido aparte con su novio y la llevó a su casa. Pero tuvo suerte. Por este motivo no se hablaron por un tiempo largo hasta que para su cumpleaños -una semana antes del mío- le organizaron una fiesta sorpresa).
Entonces el tema de conversación era básicamente que eramos unas aburridas, amargadas porque no teníamos novio, y un sin fin de pavadas más. 

Lo que me molestó de toda esta situación fue que no les importara lo que sentí. Era mi cumpleaños y merecía pasarla bien después de todo. 
Me sentí despreciada. Que no me escucharon, que les daba igual si estaba o no. 
Le siguieron meses en los que me invitaban a todos lados porque son unas falsas. Ahí entendí todo.
Pero las extraño. Hoy es el cumpleaños de una de ellas y mi feed se vió bombardeado con fotos del festejo de anoche (y sin querer vi una de sus historias y ahora me quiero matar). Por eso estuve tanto tiempo sin usar redes sociales, porque tenía miedo de que me ridiculizaran en ese grupo del demonio. Si aún no las he eliminado o bloqueado fue porque no quería que sintiera que me afecta lo que hagan pero sí. Me molesta ver sus fotos sonriendo abrazadas y con captions largas y más falsas que ellas mismas. Pero ahora estoy pasando por un momento de mierda (que raro) y se que lo que siento es nostalgia. No, no quiero que vuelvan a formar parte de mi vida, quiero dejarlas ir pero no sé bien cómo.

Incluso ahora se que hice demasiado drama para algo tan pequeño pero creo que fue una mezcla de todo. De años de sentir que no importaba, que tenían solo la imagen de mi que se ríe y es divertida cuando fuma. Nunca les conté ni uno de mis problemas y quizás por eso no llegué a ser tan importante en sus vidas aunque las conozco desde los 5 años. 
Y es un tema recurrente en mis relaciones, no puedo llegarle del todo a nadie. Sólo les muestro una imagen vacía y terminan haciéndome sentir así, vacía. Inservible. No querida. Reemplazable.

Si llegaron hasta acá, perdón. No lo voy a releer quizás en unos días lo haga y lo borre. Me siento una tarada pero tenía que volcarlo en algún lado.



Nos leemos.

sábado, 7 de septiembre de 2019

h311

Hola, volví del infierno.
Después de escribir la última entrada, le siguieron tres días en los que no me moví de mi habitación. Sólo lloraba, dormía y cuando me despertaba me largaba a llorar nuevamente. Casi no tomé agua, no comí y apenas me levanté para ir al baño un par de veces. No prendí las luces de mi habitación, ni me bañé. O sea así por tres días.
Esto no me pasa desde hace años, literalmente. El último bajón depresivo que tuve este año fue en abril pero había visitas en casa, entonces trataba de levantarme a comer, etc. 
Y recuerdo que a los 16 me pasó cuando murió mi abuelo y estaba en plena etapa de anorexica profesional que tuve los peores bajones de mi vida. Bueno, mis pensamientos hace una semana se asemejaron a los de esa época.
Me asusté muchísimo. Pensé que ya había superado toda esa etapa oscura, negra. Que ahora estaba en un lugar en el que me podía sentir a salvo de mi misma, pero veo que no. 
Fue muy fuerte lo que me pasó y no quiero volver ahí.
Lo peor es que esos sentimientos de autodestrucción se sintieron como mi hogar y la cama no me dejaba ir. Logré salir de ese estado porque tenía que volver a clases y no podía permitirme faltar. Pero tengo miedo otra vez. 
Y mis padres actuaban como si no pasara nada. ¿Es normal que una adulta de 24 años se encierre en su habitación por tres días seguidos, en la oscuridad, llorando y diciendo que no quiere ver a nadie? Para mis padres si. No emitieron palabras al respecto. Y tampoco yo, porque veo que no lo entienden o no les importa demasiado. O ya se dieron por vencidos conmigo.
Yo no me quiero dar por vencida aún, pero los demonios casi me llevan hace una semana. 
Esta semana fue como la primera después del huracán y no me puedo quejar porque me salieron las cosas como yo quería. Los caminos se me abrieron como las puertas de algún palacio, era como que me daban la bienvenida otra vez y las personas fueron muy amables conmigo. Y de alguna forma entendí que si merezco seguir.
Pero la voz volvió y esa mirada en el espejo que no deja de juzgar. No sé cuanto más tendré que caminar hasta caer de nuevo. No tengo fuerzas, pero tengo un poco de esperanza puesta en mí.

Nos leemos.