No soporto vivir con la idea de que soy un monstruo, odio verme asquerosa, grande, gorda, fea, horrenda, repugnante. Cuando quizás la realidad sea lo contrario. No puedo vivir esperando que los demás me digan como soy realmente, o que no soy fea ni tan terrible como creo serlo, debería poder verlo por mi misma.
Sin embargo también creo que todas merecemos que nos digan linda de vez en cuando, sobre todo cuando tenes tantos problemas de autoestima. Cuesta despertarse cada día y querer matarte porque tu piel no está lo suficientemente suave o porque tu nariz se ve muy grande en esa foto y la compartieron en Facebook.
Les cuento la última de las últimas. Durante las últimas dos semanas estuve fantaseando y planeando como iniciar una conversación con mi nuevo compañerito de facultad. Me parecía muy lindo y no sé en que momento pensé como que de a poco él se acercaba a mí y yo estaba re contenta porque pensaba que quizás le gustaba o algo. Pero... ¡es gay!
¿Por qué a mi? Tengo menos suerte con los hombres, es increíble esto.
Y en mi curso hay un par que me dan vueltas, pero no me gustan los veo solo como amigos. Aparte estuvieron con mis compañeras y no tengo ganas de verme envuelta en dramas por mi soledad. No estoy tan desesperada, creo.
Tengo muchos asuntos internos que tratar, que son mucho más importantes que estar con alguien en este momento.
La idea de comenzar terapia está cada vez más cerca, me atrevería a decir que es casi un asunto que está en mis manos. Porque hable con mi madre, le hablé bien y logré que entrara en razón. Ya me buscó a una psicóloga, solo me quedaría solucionar unos papeles, encontrar un lugar en mi agenda y probar.
Por cierto, mi ansiedad y fobia social están por las nubes. Me está afectando en clases y me asusta. Cuando debo hablar o leer algo, mierda, se me cierra la garganta y me pongo super nerviosa. No me molestaría probar medicación para eso, todo menos dejar la cafeína.
Bueno, espero que ustedes estén bien.