Feliz año nuevo.
Creo que nadie está de muy buenos ánimos para festejar, incluso en algunos lugares creo que no se puede, pero ¡dale! sobrevivimos a otro más y lamentablemente varios no pueden decir lo mismo.
De una forma u otra mi optimismo sube un poco inevitablemente cuando empezamos otro año, y me gusta tanto que son las únicas entradas que suelo releer tiempo después. Me transportan a ese momento de tanta esperanza y expectativas, me da ternura y a la vez me desilusiono un poco. Pero así son las cosas.
Deseo que este año las cosas salgan bien, que traiga buena salud para todos y valentía para perdonarnos, aceptarnos y dejar de estar en guerra con nosotros mismos. Deseo paz en tu corazón y en el mío. Y por favor, que haya más días buenos que aquellos que no lo son tanto.
Nos leemos.