viernes, 1 de diciembre de 2023

La vida es eso que pasa mientras soñas

Este año cumplí 29 años, muchos más de los que esperé alguna vez cumplir. Siempre tuve esos pensamientos medio suicidas y autodestructivos, con fechas de posibles atentados hacia mi persona y mucho odio hacia mí misma. Hoy creo que era falta de aceptación, de autoconocimiento y el afán de compararme con cualquier persona que se me cruzara. 

Crecí mucho y eso no sólo se nota en mi edad. Hoy quiero vivir. 

El pasado mes tuve un susto que terminó siendo anécdota pero que me hizo ver lo descuidada que tengo mi salud y lo poco que me importaba el bienestar mi cuerpo. Me hizo dar mucho miedo y ver de cerca un posible fin. Me hizo sentir pequeña, impotente, un simple ser humano con el poder de absolutamente nada. 

Me hizo ver una realidad que casi siempre decidimos ignorar.

Creo que estamos acá para hacer cosas que nos hagan bien, pasarla bien y querer(nos) mucho. Pero también creo que esas cosas me costaron toda mi vida y ahora no es la excepción. 

Es difícil dejar atrás patrones de conducta que nos condicionaron durante décadas, callar las voces que escuchamos a diario en nuestros pensamientos, dejar morir los miedos que nos destruyen por dentro y todo a nuestro alrededor. 

Quiero vivir una vida de ensueños, pero vivir al fin. Vivir sin condiciones, sin un nudo en la panza que me hace saber que todo se puede arruinar en un segundo. 

Anoche me tocó cuidar a mi abuela que tiene demencia senil. Toda su vida vivió con muchos miedos, que se los pasó a sus hijos y eventualmente esa ansiedad llegó a mí. Lo feo es que esos miedos aún la persiguen hoy con 91 años en sus sueños, o mejor dicho en sus pesadillas.

No quiero vivir ni un día más siendo prisionera de mis miedos. Quiero disfrutar cada minuto estando acá, pero aún debo aprender a hacerlo. 

Voy a intentarlo.


Nos leemos.





viernes, 13 de octubre de 2023

Ruido mental

 Conozco el miedo desde la ansiedad. Temer a la incertidumbre, a lo que vendrá, a lo desconocido. 

Hoy siento un miedo tan profundo que me hace descomponer, se me baja la presión y quiero que los días corran tan rápido como los latidos de mi corazón. No sé que va a pasar pero no tener certeza de nada hace que mi cabeza se funda en un sin fin de preguntas sin respuestas, escenarios catastróficos y sensaciones de densa oscuridad que no se lo deseo a nadie. 

Las noticias que nos toca digerir todos los días son devastadoras en todos lados y desde hace unos años. Es horrible tener tanta información en la palma de la mano porque tu cabeza termina desgastada de ver videos de terror uno tras otro, de leer noticias y cifras desoladoras. Te agotas. 

Desde hace unos meses que vivo como si caminara sobre vidrio, con miedo a tocar algo y que todo se desmorone. Bueno, esta semana sentí que se me desmoronó todo. Tengo la cabeza en cualquier lado y miedo, mucho miedo. Y lo peor es que no se lo quiero contar a nadie porque nadie sabría bien que decir.

Quisiera no haber perdido el hábito de la meditación y poder sacarme los problemas de la cabeza aunque sea unos minutos, o tomar hasta quedar inconsciente como en la adolescencia, cualquier opción sería buena en estas instancias. 


Si leíste hasta acá manda buenas vibras. Gracias.

Nos leemos.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Se apagó el sol

Miró tu cama y solo quedan restos de tus pelitos blancos como el algodón, esos por los que alguna vez tanto renegué cuando se pegaban a mi ropa antes de salir de casa. Hoy los miró con nostalgia cuando los veo por toda la casa y no quiero que se acaben nunca. 

El dolor será interminable, ni siquiera otros 10 años serán suficientes para olvidar todas y cada una de tus travesuras, tus caras de felicidad, tus bailecitos cuando esperabas la comida, tus sonidos intentando imitar mi voz, tus juegos, tu paciencia para aguantar mis abrazos y besos. Te di mis últimos en esa mesa fría y aterradora, pero ese es sólo un recuerdo malo de todos los recuerdos buenos que tengo con vos. Hoy sonrío recordando, tratando de calmar las lágrimas.

Pero eras mi sol y hoy esta nublado. 

Me quedo con todo el amor que me diste y con la esperanza de volver a verte corriendo hacía mi con la lengua afuera, tu cola moviéndose sin cesar y tus ojos iluminados por ese brillo de amor que me hará tanta falta. 

Te amo Romeo. Te amo por siempre hijo.




miércoles, 19 de julio de 2023

Back to basics

 Nadie te dice lo difícil de aceptar la realidad que llega con los años, y sobre todo para una mujer. Sobre todo para una mujer en recuperación o recuperada de un TCA.

Subir de peso, acné, tener que incorporar productos antiage a la rutina, ver un cuerpo diferente frente al espejo, notar que tu pelo ya no brilla como antes, celulitis en lugares que no creías posible, etc.

Toda mi vida me sentí valorada por mi belleza, como si fuera eso lo único que yo podría aportar a este mundo. Nunca me sentí inteligente, o talentosa en algo, simplemente me levantaba y salía al mundo con la "skin" correcta para que todos me halaguen algo. 

Con los años los halagos fueron desapareciendo. Luego escuchaba rumores sobre mi subida de peso pero no le daba importancia porque ahora estaba saludable. Era un alivio no tener que levantarme a la madrugada a entrenar por horas antes de ver la luz del día, o no tener que hacer ruido al vomitar, o esconder comida en la pulcritud de mi habitación. 

Fueron años los que dedique a construir mi amor propio. Años de caídas, de autoflagelación, de llanto incontrolable, de intentos fallidos... Todo esto acompañados de una depresión mayor y una ansiedad que aún porto. Fue un trabajo muy arduo, entrando y saliendo de terapia, poniendo todo de mi parte y más. Pero todo esto se esfuman en cuestión de segundos cuando hoy me subo a una balanza o intento usar ese jean que me aprieta más de la cuenta. 

Me siento mal, me siento fea, me siento gorda. Esta última era mala palabra en mi vocabulario años atrás, la peor atrocidad. 

Hoy estoy con el mismo peso que me hizo caer en el abismo de ese TCA a los 14 años. 

Hoy con 28 años, sigo atrapada entre los estándares de belleza que te hieren todos los días. Que te matan. En una sociedad donde si sos mujer solo te miran y te tratan bien cuando cumplís con ciertos requisitos.

Hoy vuelvo donde empecé. 

Nos leemos.

sábado, 13 de mayo de 2023

Wonderland

 Ya nadie sueña con el ayer,

la extrañeza es empoderante,

y la pena esta oculta,

como mis lunares bajo maquillaje.


Soy porque fui aquella que murió.

Existo porque perdí pero hoy puedo ganar. 



Nos leemos







domingo, 26 de marzo de 2023

Gone girl

2 de la madrugada de un sábado por la noche y estoy en la calle, corro en zig zag de una vereda a la otra.

Choco con un par de árboles, miro de reojo y sigo huyendo de mi peor enemigo. 

Todo está oscuro pero yo no pierdo de vista esa luz tenue que se refleja a lo lejos. 

Mis ojos rojos de tanto llorar comienzan a abrirse más y más, mis pupilas se dilatan y en breve se enceguecen tras soportar tanta claridad. 

Salgo, miro a mi alrededor y no me lo creo.

Es posible, existe, es real.

Sólo hay que seguir corriendo, caminando, gateando, hasta dejar atrás el laberinto.

Por favor, no despiertes. 

Por favor...

Nunca dejes de soñar.


Nos leemos.