Escribo porque tengo unos impulsos tremendos de hacerme daño, hace tanto tiempo no sentía esto. Toda la bronca acumulada, las lagrimas tragadas, los gritos silenciados, la impotencia callada.
No importa si pasan meses o años, la adolescente atormentada que fui vuelve a decirme que soy esto. Que seguimos acá, igual que hace diez o más años. En la misma habitación, en el mismo medio, escribiendo de nuevo que me odio, que odio mi realidad, que quiero escapar y no sé como. Escapar de mi.
Estoy cansada pero no me quiero morir. No quiero ser yo quien termine con todo. Pase tantas tormentas, cosas horribles y no quiero que todo sea en vano. Pero la puta madre cuando va a ser mi momento de sentirme bien? De estar en paz, tranquila con mis decisiones, con mi entorno, con mis sueños cumplidos, con la cabeza sin nubes grises, con una sonrisa gigante, llorando de la risa, siendo amada, EN PAZ.
Estoy muy arrepentida de las decisiones que tomé. Quiero llorar porque imagino que si no hubiera decidido regresar a casa cuando me fui hace 7 años hoy sería una persona madura, fuerte y quizás feliz. Siendo quien siempre quise ser, con una carrera que me llena, con un trabajo que me hiciera feliz. Viviendo sola y sin que me molesten, sin ver tanto a mi viejo que sin querer me hace muy infeliz, sin tener la presencia de mi vieja que se arrastra por un tipo que no la quiere, sin sentirme tan chiquita como mi hermano menor, sin tener a mis perros en las condiciones que me gustaría porque esta no es mi casa. Esto de jugar a la casita feliz, a la "familia perfecta" me está matando. Toda mi vida fue así pero ya no lo soporto más. Y no tengo adonde más ir.
Estoy temblando, mientras me miro al espejo que tengo al frente de mi escritorio con una compostura que asusta. Soy como la casita feliz de mis viejos, una farsa, nadie sabe que me pasa esto.
Se me parte la cabeza y están todos aún despiertos, no puedo ni llorar.
Y no puedo parar de pensar en por qué regresé a casa. Regresé porque mi papá se enojó tanto conmigo que no me hablaba y me dolía mucho. Y desde ese día mi vida es un tormento diario. Algo que hablé mucho con la psicóloga era el hecho de que mi viejo ama tenerme en casa y no le importa que tan infeliz sea mientras esté acá. Por eso nunca me pregunta por la universidad, no le interesa que consiga trabajo, me quiere acá.
Hace un par de semanas mi amiga de toda la vida se fue a vivir sola y yo la fui a acompañar en su primera noche en el departamento. Y mi papá que es amigo de sus padres estaba indignado, "es una desagradecida", ¡cómo se va a ir así, después de todo lo que hicieron sus papás por ella!, "y lo deja al padre así enfermo, como si nada", "pobre .... debe estar destrozado".
Quiero llorar, me siento como una presa acá. Pero si entiendo que me adora pero es una forma enfermiza de hacerlo. Igual entiendo que es algo de familia y es lo que más me aterroriza. Mis abuelos paternos eran un poco así.
Mi mamá en cambio es todo lo contrario. Desde muy joven comenzó a viajar, a estudiar, trabajar fuera de su país hasta que se enamoró y se cagó literalmente la vida. Yo siempre traté de aferrarme a esa parte de ella, a la libertad, quería ser como ella, hacer cosas, que me crezcan alas y volar. Pero con cada año que pasa siento que esas alas desaparecieron y ahora estoy en un pozo sin salida. Me siento enterrada, en al oscuridad, sin aire en mis pulmones, con un nudo que me aprieta la garganta.
Ya ni grito porque de todas formas no me escuchan. Siento que también perdieron un poco las esperanzas en mi. Pasé de ser la hija prodigio que solo traía sobresalientes a casa, que estaba en la bandera, mejor conducta, a ser una piba de 25 perdidísima, sin futuro, con depresión y ansiedad porque eso no se va nunca.
Me sigue doliendo mucho la cabeza, ya no tiemblo y me tomé un té. No sé si fue eso o que escribí pero siento que al menos descargue un poco y la garganta se me ablandó un toque.
Me alegra tener al menos este lugar para hablar sobre esto. Ya no tengo amigas con las cuáles hablar de bajones y crisis existenciales. Supongo que porque crecimos o mejoramos, pero igual siempre estos momentos vuelven. Nunca se van, pero las personas sí.
Nos leemos.

Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarDebes pensar un poco más en ti misma, en lo que te conviene y te puede hacer feliz. Por más que quieras a tu papá y le quieras complacer debes hacer tu vida y el debe entender que abandonar el nido no es algo malo, independizarse de la casa de tus padres forma parte de la vida.
ResponderBorrarMucho ánimo.
Un fuerte abrazo.
Hola linda,
ResponderBorrarSiento mucho leerte así. No sé qué decirte para al menos sacarte una sonrisa.
Yo sé que cuesta un poco más con los padres, pero si soy sincera, yo ya no estaría viva si me hubiese quedado viviendo con mis papás. Los quiero mucho, los aprecio, pero solamente es imposible para mí vivir con ellos.
Tal vez si pudieras poner esa distancia entre ellos, te haría mucho mejor. Espero que te sientas menos-hecha-mierda pronto.
Un abrazo enorme,
Te mando un abrazo!
ResponderBorrarAunque no me ha pasado necesariamente eso, entiendo el ahogo.
¿Qué es lo que quieres tú? es la peor pregunta pero creo que tienes la respuesta, vamos que no eres una pibita desperdiciada <3
Hola Hazel, sólo puedo darte ánimos :/ intentaste hablar con tu padre? Quizás si le explicas con toda sinceridad llega a entenderte :( que escuche como te sentís, entiendo que debe ser muy difícil, pero te animo a no quedarte de brazos cruzados linda, es tu vida :/ ánimos! Estoy segura de que las cosas van a mejorar tarde o temprano, te mando un abrazo y mucha mucha mucha fuerza ❤
ResponderBorrar