viernes, 20 de diciembre de 2019

La calma no tan calma - antes de - la tormenta

El año pasado fue un golpe en la cara para mí, una sacudida, un susto, un "cuidado porque las cosas pueden cambiar en cualquier momento". Comencé a preocuparme aún más por el futuro y por quiénes estarían en él, haciéndome la idea de que estoy sola en esto. 
Como todos. Aveces pensás que no, que si tenes gente a tu alrededor (familia o amigos) está todo bien, pero no. Siempre estamos por nuestra cuenta, solos.
Este año fue otro golpe más. Me obligaron a salir del cuento de hadas, se cayeron las máscaras y las cosas dejaron de ser tan color rosa por casa. Me siento parada sobre una cuerda floja sujeta entre dos pilares que están rotos, sobre un vacío incierto, profundo y mortal. 
Y ya se que me voy a caer, el tema va a ser sobrevivir a eso. El tiempo de recuperación o las ganas de realmente hacerlo. Sanar, dejar de sentir culpa por algo tan irreversible como existir.

Nos leemos.

1 comentario:

  1. Viví por años una situación similar. Creo que es verdad aunque sea triste, puede que existan personas, puede que tengamos compañía, pero a la hora de la verdad siempre seremos nosotros solos contra aquello que nos atormente. Es dificil, pero todo cambia, la incertidumbre es la ley de la vida...

    Una vez leí una frase que decía algo como "un pájaro posado en un árbol nunca teme que la rama se rompa, porque la confianza no está en la rama sino en sus propias alas" es algo que me llegó mucho. Esa confianza en nosotros es lo que nos da la fortaleza para soportar los vaivenes de la vida... pero llegar a esa confianza es un camino arduo...

    Me ha gustado tu blog! =)
    Saludos

    ResponderBorrar

Gracias por leer ♥