miércoles, 14 de marzo de 2018

Primer intento

Muchas gracias por sus consejos en la entrada anterior, me sentí muy contenida.

La primera sesión fue corta pero un tanto larga para mí. Sentí ganas de llorar desde que me senté y empecé a hablar, pero no lo hice. No sabía como iba a reaccionar a ese momento, no tenía nada preparado y prefería que fluya. Fue como vomitar palabras que nunca antes habían salido de mi boca. Al salir me sentí rara, dejé el consultorio con una persona adentro que tenía todos los pensamientos que durante años protegí con todo mi ser. 
Hoy, un día después me inunda el miedo. Temo que no me pueda ayudar. 
Sé que no hable sobre TODOS los temas que me atormentan. Sólo me limité a hablar sobre mis recientes problemas académicos, la posible depresión, la ansiedad y ataques de pánico que no me dejan ni acercarme a la universidad. También me preguntó si tenía novio y quizás le haya dejado en claro que no puedo mantener una relación con nadie porque huyo, y en ese instante se río... no sé por qué. En fin, también quizás le haya dicho que mis problemas empezaron hace un año, lo cual no es cierto porque todo se derrumbo en mi pre adolescencia/adolescencia, o quizás antes. Tampoco hablé del desorden alimenticio, ni sé si realmente lo incluiré. 

Estoy llena de incertidumbre, es todo nuevo para mí pero creo que dejaré que fluya y ver como va todo. Después de todo apenas la vi una vez.

Y por cierto, sé que en la entrada anterior dije que tenía turno hace dos semanas atrás. Bueno, eso fue un fail total porque mi madre me dio mal la dirección del consultorio, hasta hoy no sé si lo hizo a propósito o qué. 
Por eso busque a otra por mi cuenta, la llamé y tuve la primera sesión ayer. 
No se si a todos les pasa pero a mi me incomoda mucho hablar por teléfono, sobre todo para pedir turno con alguien a quién nunca vi en mi vida, sobre todo un psicólogo, que en mi lista de miedo absoluto está en primer lugar. Me pasé días intentando llamar y simplemente no podía. 
Un día ya hundida en la miseria y la desesperanza le dije a mi madre que llamara por mí, me dijo que lo haría y hasta ahora no lo hizo, tampoco me preguntó si yo lo hice. 
Ninguno de mis padres saben que ya fui y que tuve la primera sesión. Hoy no me siento con ganas de decirles, no me nace. 
Ellos viven su vida y no me prestan mucha atención lo cual esta bien porque ya no soy ninguna niña como antes, pero al mismo tiempo siento que aún si soy una niña chiquita con miles de miedos. 

Me siento sola, pero al mismo tiempo poderosa porque estoy haciendo algo que quiero hacer desde los quince años y que mi madre nunca comprendió, ni autorizó. 
Lo hago por mi y por mi futuro, porque no lo veo. Si me preguntas adónde me veo en cinco o diez años te voy a decir que no sé. Todos mis sueños mueren a diario y hoy me siento un parásito viviendo a costa de mis padres, cuando de chica tenía planeado una vida fantástica para mi yo de 23 años.  



Espero que ustedes estén increíblemente bien, las quiero mucho.
Nos leemos.

3 comentarios:

  1. Mi consejo es que lo digas todo, alguien que no sabe la historia completa no puede ayudarte por mucho que quiera, y tú posiblemente sientas culpa porque nadie puede ayudarte.
    Es normal sentirse rara las primeras sesiones, yo nunca he ido pero una amiga me contó lo difícil que fue para ella al comienzo, ahora sin embargo son amigas.
    No puedes planear que los problemas desaparezcan en dos días, es un proceso que conlleva tiempo pero, ¿a que sientes que has conseguido más cosas que hace... medio año? Yo estoy segura que animarte a dar ese primer paso ya es un gran logro.
    Sigue así de valiente, la luz ya está más cerca.
    Un besito.

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  2. Buenas!
    Hacía mil que no te leía y lo lamento. Lamento no haber pasado más a menudo a leerte y comentar. Pero tengo que decirte que eres una inspiración para mí. Yo creo que si mis padres pasaran de mí como dices que los tuyos hacen, no podría hacer nada con mi vida. No estaría en la universidad y a saber si seguiría por aquí. También admiro el echo de que hayas ido por tu cuenta a ver al psicólogo. Siempre ha sido imposible para mí, y aunque una vez fui con uno porque le prometí a mi madre, solo fui a a primera sesión y nunca más lo vi.
    Espero que te vaya todo mucha mejor y a ver si la psicóloga te puede ayudar con algo.
    Mil besos,
    ~A.

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  3. Hola linda.
    Yo quise ir desde los 12 años a un psicólogo, pero en mi casa mi madre los odia más que a nada y cree que son todos unos chantas. Actualmente estoy en un tratamiento psiquiátrico por la ansiedad, con medicación, y se supone que estoy yendo a terapia. Fui a terapia todo el año pasado pero lo dejé porque nunca hablé de mis problemas más fuertes, de mis adicciones, de mi trastorno alimenticio, etc. por miedo a que la psicóloga quiera citar a mis padres y hablar del tema. Es una cosa mía nada más porque sé que no va a pasar pero simplemente nunca pude abrirme, y finalmente decidí que era el pedo seguir yendo.
    Ojalá este no sea tu caso! Hablá y sacá todo lo que vos tengas a dentro. Al principio va a ser extraño pero después le vas a ir tomando confianza.
    Oh y también entiendo lo del teléfono, me da pánico hablar con alguien por el motivo que sea.
    Muchísimo éxito
    ácida

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